Mié. Oct 16th, 2024

El proceso de educar a un animal es arduo, por lo que requiere de mucha paciencia y calma para poder llevarse a cabo de la forma más llevadera posible para ti y, obviamente, para tu gato. Ahora bien, es natural que después de un día agotador de trabajo, pierdas los estribos cuando te encuentres algún destrozo en casa o no te deje dormir con sus maullidos nocturnos.

En este artículo de ExpertoAnimal queremos ayudarte a reconocer los 5 errores más comunes al regañar a un gato para que así puedas evitarlos y comprender mejor a tu felino. Esta clase de situaciones dan lugar a cóleras desproporcionales y comportamientos muy inapropiados hacia el animal, las cuales no solucionan nada porque son completamente incomprensibles para él y pueden incluso conllevar a que desarrolle problemas de comportamiento a largo plazo.

1. No darle alternativas

No entender el comportamiento natural del gato es posiblemente una de las causas más comunes que originan conflictos en muchos hogares. Muchas veces, existen expectativas erróneas sobre cómo debería comportarse, así como también no se conocen del todo cuáles son sus necesidades esenciales. Ejemplo de esto es no permitir que un gato rasque o bufe ante algo que le molesta, ya que, efectivamente, los gatos necesitan rascar y comunicarse. Contrariamente, un felino que no desarrolla muchas de estas conductas propias de su especie nos indica claramente que no se encuentra bien.

Pretender anular esta clase de conductas, supuestamente molestas, mediante castigos es como no permitirle comer o respirar. Consecuentemente, el gato se sentirá estresado y tratará de realizar estas conductas de forma inadecuada, rascando muebles por ejemplo. Es por este motivo que es necesario reeducar al felino a que dirija estas conductas de forma positiva para ti y para él, siguiendo el ejemplo anterior, adquiriendo un rascador y redirigiendo dicha conducta hacia este elemento. Consulta este otro artículo para ofrecer a tu gato un adecuado Enriquecimiento ambiental para gatos.

Del mismo modo, cuando existen conductas como maullidos excesivos, marcaje excesivo, bufidos, etc., existe una causa detrás que es necesario localizar para mejorar el bienestar de tu felino, la cual no encontrarás regañándole.

2. Gritarle y/o agredirle físicamente

La gran mayoría de casos en los que se regaña de forma desproporcional a un gato está completamente injustificado, ya que no es capaz de entender el motivo de tu enfado ni qué puede hacer para evitarlo. Esto implica que el felino solo acaba confundido y asocia esta experiencia negativa a ti. Consecuentemente, dichas vivencias negativas perjudican claramente vuestra relación, ya que tu gato empezará a tener una respuesta emocional de miedo cada vez que te vea, perjudicando la formación de un vínculo mutuo basado en la confianza y la comprensión.

Si te estás preguntando entonces cuál es la mejor forma de regañar a un gato sin el uso de gritos, debes tener en cuenta que para educar a un gato es muy importante ser sutil y evitar generarle emociones negativas que pueda asociar contigo. Por ende, más que regaños, lo que debes hacer es disuadirle de que realice acciones inadecuadas para redirigirlas de forma correcta. Ten en cuenta que siempre es preferible optar por el refuerzo positivo que por el negativo. Por ello, escoger el refuerzo negativo es uno de los principales errores al regañar a un gato.

3. Obligarle a oler sus heces y/o orina

Siguiendo la línea anterior, existe la creencia de que es necesario enseñar a un gato sus heces y/o orina para que este entienda que no quieres que lo haga en un lugar inadecuado. Sobra decir que esta clase de regaños están lejos de formar un proceso de aprendizaje para educarle a hacer sus necesidades adecuadamente en su bandeja higiénica, siendo esta acción por lo tanto una intimidación innecesaria y cruel.

Además, encontrar la causa de por qué tu gato no hace sus necesidades adecuadamente también es necesario, puede, por ejemplo, que la orina fuera de la bandeja sea debido al estrés o a que no ha aprendido correctamente dónde esta su baño. En este vídeo te mostramos las causas más comunes de este comportamiento.

4. Ser incoherente

En el momento de educar a tu gato, es muy importante ser coherente en tu modo de actuar. ¿Qué significa esto? Con esto nos referimos a que no puedes regañar a tu gato por algo que a veces le permitas hacer. Por ejemplo, si no quieres que se suba a la mesa, no le dejes nunca. Si, en cambio, algunas veces eres permisivo o si alguien de tu familia le permite de vez en cuando subir, tu gato no va a entender que existe una causa-efecto entre su acción y tu respuesta, hecho que le desorientará y generará inseguridad porque no será capaz de entenderte y predecir tus reacciones. Esto implica también ser coherente en su educación desde que es cachorro, es decir, no le permitas hacer aquello que no quieres que haga de adulto para no confundirle.

5. Hacerlo tarde

Por último, uno de los errores más comunes al regañar a un gato y que cometen muchos propietarios al querer educar a sus gatos es tratar de corregirlos después de haber realizado una acción considerada inadecuada. Por ejemplo, reñirlo una vez llegas a casa y ver que ha hecho algún destrozo. En esta clase de situaciones, por más que tú entiendas a qué se debe tu regaño, tu gato simplemente es incapaz de comprender la causa de tu enfado y empezará a sentirse inseguro contigo.

Nuevamente, ofrecerle un correcto enriquecimiento ambiental, ser constante y coherente en su educación y optar por el refuerzo positivo serán la clave del éxito. Eso sí, no todos los gatos aprenden igual de rápido, de manera que deberás tener paciencia.

Experto animal

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *